Defendemos la Privacidad en Internet

El control de tu identidad digital

Todos tenemos identidad digital, estemos o no en Internet.

Independientemente de si gestionamos o no nuestra información personal en Internet, la realidad es que la misma puede estar allí sin ni siquiera saberlo. Hace unas semanas se me presentó un caso de un señor que no hacía uso de Internet. Sin embargo un buen día uno de sus hijos entró y buscó el nombre de su padre. Cuál fue su sorpresa al comprobar que aparecía en una denuncia por un caso ocurrido en el año 1973. La información correspondía a la hemeroteca de un periódico que está siendo «digitalizada» y por lo tanto se está poniendo a disposición de los buscadores y por ende al resto del mundo. Es un caso estándar del llamado derecho al olvido. Esta persona tenía derecho a que dicha información, como mínimo, no constara en los buscadores y no se difundiera por todo el mundo, ya que evidentemente la noticia había perdido toda la actualidad. Por suerte pudimos ayudarle y su nombre ha quedado tan limpio en Internet como estaba hacía unos meses. Aún así no se debe bajar la guardia. Una recomendación interesante que cualquiera podría seguir es incluir una alerta en los principales motores de búsqueda, redes sociales, etcétera, de modo que se avisen cuando alguien comenta algo sobre tu persona de modo que podamos controlar, más o menos, lo que se publica acerca nuestra.

No hay diferencias entre el mundo real y el virtual.

Otra de las cuestiones que a menudo llega a nuestros oídos, es la diferenciación que se hace entre el mundo virtual y el mundo real. La frontera, si es que ha existido alguna vez, es más que difusa. Es cierto que el mundo virtual, por ejemplo te permite crear varias identidades de forma mucho más sencilla que en el mundo real (cuestión que trataremos en otro momento), pero de lo que no cabe duda es que las actuaciones que se hacen en uno trascienden al otro fácilmente. Ejemplos típicos serían el de aquella fiesta en la que nos hacen fotos que acaban colgadas en las redes sociales de nuestros amigos (o no tan amigos). La foto nacida en el mundo real, pasa al virtual y se difunde en Internet y puede acabar afectándonos a nuestra vida personal,en el mundo real, por ejemplo en la búsqueda de empleo.

Si no sabes qué te están vendiendo es que el producto eres tú.

Mi abuelo decía que no dan duros a 4 pesetas. Básicamente quería decir que nada es gratis. Pues los servicios de Internet tampoco. Una de las cuestiones más curiosas con las que nos encontramos es la impresión de que las cosas son gratis en Internet. No nos damos cuenta que en la mayoría de estos servicios recaban muchísima información acerca de nuestra vida y no somos realmente conscientes de lo que se hace con ella. Evidentemente, si pueden la comercializarán. Por ejemplo en las condiciones del uso de Facebook te dicen algo así:

Para el contenido protegido por Propiedad Intelectual como fotografías y vídeos, […] nos concedes una licencia, no exclusiva, transferible, con posibilidad de ser subotorgada, sin royalties, aplicable globalmente, para utilizar cualquier contenido de Propiedad Intelectual, que publiques en Facebook o en tu conexión con Facebook.

No es tu perfil en Facebook, es el perfil de Facebook sobre ti. Leif Harmsen.

Otro día seguiremos comentando estos temas.

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